Tras la reciente pérdida de su madre, Susana Dosamantes el pasado 2 de julio, Paulina Rubio, regresó entre nostalgia y dolor a los escenarios el pasado fin de semana con una presentación en el Pride Festival de Long Beach.
Rubio es una auténtica Chica Dorada, tal como lo indica con tanta precisión su luminoso apodo. Su espíritu brilló tan fuerte como el oro mientras interpretaba sus canciones ante una audiencia que la recibió con una conmovedora muestra de amor y cariño. Después de cantar cada uno de sus éxitos, la aclamada artista gritaba al público y los transportaba a un mundo mágico de música y aceptación, a la vez que celebraban juntos el motivo por el que se encontraban en el festival: apoyar a la comunidad LGBTQ+.
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