Con apenas once meses de edad, el niño Carlos Unger ya
daba sus primeros pasos en la Guadalajara que lo vio nacer. Inquieto y
extrovertido, aprovechaba cualquier oportunidad para cantar, bailar o hacer
alguna pirueta que llamara la atención de quienes lo rodeaban. Así fue
creciendo, en el seno de un hogar mexicano donde la madre siempre tenía una
canción a flor de labios y el padre expresaba sus inquietudes musicales con la
batería.
Por eso, nadie se
sorprendió cuando Carlos –siendo
un adolescente de 12 años– manifestó su deseo de aprender a tocar guitarra.
Tomó clases para iniciarse en el instrumento y esperó que su voz sufriera todos
los cambios propios de su edad, para comenzar lo que visualizaba como una
pasión: el canto. Dos años después, al dominar las cuerdas de la guitarra, se
propuso estudiar piano resultándole muy fácil su ejecución.
Fue así como comenzó
a darse cuenta que su voz agradaba a los demás, y se las ingenió para seguir
avanzando en su sueño. En compañía de un amigo, Carlos escribía canciones que
luego ambos grababan, al estilo garage band, en una vieja computadora y con un
micrófono de Xbox. Regresó a México convencido de su vocación.
Una vez en Guadalajara, se aventuró a tocar las puertas del teatro musical
profesional, logrando actuar en Los Miserables, West Side Story y Spamalot. Así
mismo, tomó cursos de canto y tuvo la oportunidad de participar en la opera La
Traviata, con la Orquesta Filarmónica de Jalisco. Carlos tenía
17 años y ya se estaba codeando con reconocidos directores y actores de su país.
Continuando con sus estudios de preparatoria, viajó a Francia dentro de un
programa de intercambio. Otra cultura, nuevos amigos, diferentes lugares y un
amor de verano motivaron a Carlos a seguir componiendo:
seis canciones nacieron durante esos tres meses. Fue un período de inspiración
que lo llevó a conocerse más a sí mismo, sobre todo después de recorrer varios
países europeos sin compañía alguna. Y, más adelante, las fronteras siguieron
abriéndose para él, gracias a su participación en el grupo “Estampas de México”
con el que cantó en festivales folklóricos internacionales en Portugal, España
y Cuba.
De vuelta a su país, Carlos tenía algo muy claro: era
el momento de grabar su música a un nivel más profesional. Realizó la grabación
de cuatro de sus canciones y, poco a poco, vio cómo se iba despejando el camino
ante él. Lo contrataron para abrir dos conciertos de la cantante mexicana
Yuridia, cantó con Julión Alvarez, y abrió un concierto de Armando Manzanero en
Guadalajara.
De esta manera –con
un definido estilo de pop juvenil– Carlos Unger pudo
dar el salto, y comenzó a trabajar con el productor mexicano Guido Laris, quien
le produjo su primer sencillo “Cuando estas Conmigo”, lanzado en las redes
sociales con gran aceptación. Posteriormente, recibió una invitación para
formar parte del sound track de la película “El Americano”, producida por
Animex y Edward James Olmos, donde canta en dueto el tema “El Cielo es el
Comienzo”.
“Niña” y “¿Dónde
Estas?” son los otros dos sencillos producidos por Guido Laris, en los que Carlos despliega
su creatividad como canta-autor. Y en el 2016 –con la conquista de un público
que aumenta día a día– le propusieron abrir los conciertos de la gira del
cantante texano Austin Mahone, en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.
Carlos Unger mantiene
una estrecha relación con sus fans a través de todas las redes sociales y del
canal youtube que lanzó en el 2015. Frecuentemente realiza video-chats para
informar sobre sus actividades y para tratar de conocer más a fondo a sus
seguidores, a quienes considera como su mayor motor. Amante de la buena
lectura, Carlos tiene una vasta
experiencia vivencial a pesar de su corta edad, sintiéndose muy a gusto con su
personalidad y con su propia esencia creativa. “La inspiración está en todas
partes, en la vida cotidiana, en ti mismo, en lo que percibes de los demás, lo
que sientes y lo que crees que sienten otros”, escribió recientemente. En
general, sus canciones hablan de amor, de felicidad, de bellos sentimientos y
de alegría. “Mi vida, mis gustos y mis decisiones, buenas o malas, me hacen lo
que soy y eso es lo que tengo para ofrecer”.
En el 2016, Carlos puso
su mirada en Hollywood. Fijó su residencia en Los Angeles, donde inició
estudios de actuación y sigue trabajando su carrera artística de la mano de Uno
Productions, empresa que lo llevó a grabar su primer álbum titulado Íntimo. “El
disco se llama Íntimo por sus canciones, por las letras, porque estoy buscando
que las personas que lo escuchen me conozcan íntimamente”, dice Unger quien
apuesta al éxito de este LP producido por el reconocido músico Ignacio Izcaray,
con la producción ejecutiva de Luis Medina y Eduardo Rodríguez.
“Si Aún Pudiera”, “Luna Mía” y “Mal de Amor” son tres de las canciones escritas
por Carlos Unger, incluidas en su álbum. Por
otro lado, la pieza “Me Quedo Contigo” –compuesta junto a Izcaray– fue grabada
como dueto con la cantante Fernanda Bosch, conocida por su participación en The
Voice. Igualmente, Íntimo incluye un medley/popurrí de cuatro grandes éxitos
del cantante mexicano Emmanuel, y también el clásico hit de Elvis Presley,
“Can’t Help Falling in Love”, que Unger interpreta en inglés.
Para Carlos Unger, el arte es la mejor manera de
expresar un sentimiento. Sin duda, como compositor, cantante y actor, él tiene
suficiente madera para lograr lo que se ha propuesto: inspirar a los demás.
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