La
Junta de Procesadores de Leche de California (CMPB), creadora de la icónica
campaña got milk?, celebra el Mes de los Productos
Lácteos colaborando con la Dra. Nina Shapiro,
reconocida experta en salud y autora famosa, en un esfuerzo por disipar los
mitos sobre la leche en la actual era de la “des” información y ayudar a los
consumidores de California a entender mejor los beneficios de uno de los súper alimentos
originales de la granja a la mesa - la leche, verdadera y saludable.
“Este mes de junio, queremos que los californianos cuenten con el
conocimiento adecuado para poder tomar decisiones informadas sobre su salud”,
comentó Steve James, director ejecutivo de CMPB. “Y eso incluye la real y nutritiva leche, el
alimento original de la granja a la mesa que proviene de vacas de California”.
La continua búsqueda de un estilo de vida saludable lleva a muchos
consumidores a seguir las últimas tendencias encontradas en los medios
sociales, así como a gastar de más en costosas bebidas procesadas que
simplemente no existían hace 10 años.
Gran parte de lo que hoy motiva las elecciones de los consumidores en
los pasillos de los supermercados es un creciente factor miedo generado por
engañosos titulares digitales en vez de datos nutricionales verdaderos. Tomemos
como ejemplo la leche, real, nutritiva y totalmente natural, que
ofrece
una gama de beneficios para la salud incluyendo nueve nutrientes
esenciales, como las proteínas de alta calidad para ayudar a desarrollar y
mantener una masa muscular magra, vitaminas B que aportan energía, vitamina A
para un sistema inmunológico saludable, potasio para regular el equilibrio de
los fluidos en el organismo y nutrientes que contribuyen al fortalecimiento de
los huesos incluyendo calcio, fósforo y vitamina D. Por otra parte, la leche
ofrece una hidratación natural accesible y con un sabor agradable, siempre sin azúcar
agregada, hormonas ni antibióticos y ayuda a conciliar el sueño y dormir bien
por la noche.
Ese es el consejo de la doctora Nina Shapiro, M.D., médico graduado
de Harvard y Cornell y también mamá. Separar la verdad de los numerosos mitos y
tendencias en la actual era de la “des” información es una de las
preocupaciones que la Dra. Shapiro aborda en su práctica, así como también de
amigos, conocidos y padres. En su trabajo como cirujana
y profesora, la Dra. Shapiro, autora de Hype, a Doctor’s Guide to
Medical Myths, Exaggerated Claims and Bad Advice – How to Tell What’s
Real and What’s Not, se esfuerza por guiar a sus pacientes y las
familias para que tomen decisiones informadas sobre su salud.
Según la Dra. Shapiro, los numerosos mitos sostenidos hoy por la
sabiduría popular y diseminados por la actual cultura de las pseudonoticias
están teniendo más efectos negativos que positivos. “En la cultura informativa actual generada
por el Internet, es muy importante que los consumidores aprendan a diferenciar
verdad de ficción en lo que respecta a comprender los beneficios que aporta la
leche en comparación con las variedades procesadas alternativas”, comentó la
Dra. Shapiro. “Lo que se necesita es
sentido común basado en evidencias y cierta orientación de algún experto en la
materia con el objetivo de que los consumidores tengan más conocimiento y estén
mejor informados”.
Los seis mitos principales de la leche, según la Dra. Shapiro,
son:
·
Mito:
Beber leche conduce a infecciones respiratorias, incluyendo resfriados, tos e
infecciones de oído. Realidad: No hay evidencias que
respalden esto. La única ocasión en la que esto podría estar remotamente
relacionado es si un bebé o niño bebiera un biberón con leche en la cuna, en
medio de la noche. Pero esto sucedería con cualquier alimento o bebida,
excepto agua.
·
Mito:
Consumir leche o productos lácteos retrasa la curación después de una
amigdalectomía o durante un dolor de garganta. Realidad: Esto no es cierto en absoluto. Para los niños, uno
de los beneficios divertidos después de una operación de las amígdalas es que
pueden comer helado y tomar licuados con leche durante su recuperación.
De hecho, cuanto más consuman, especialmente líquidos con proteínas y
vitaminas, más rápida será su curación.
·
Mito:
La leche hace aumentar de peso y puede causar
cáncer. Realidad:
No es cierto. Gran parte del aumento de
la obesidad se debe, en parte, a un mayor consumo de alimentos
procesados/comidas rápidas/alimentos fritos/comidas precocinadas y a una
disminución en el ejercicio y la actividad física, incluso a partir de la
infancia. Beber leche produce saciedad y no tiene una correlación directa con
el aumento de peso (1,3). En lo que respecta al cáncer, ningún estudio de
alimentación puede demostrar una causa directa, solo correlación. No
existen datos consistentes de ningún estudio que demuestren que los productos
lácteos aumentan los riesgos de padecer algún tipo de cáncer.
·
Mito:
Los productos lácteos son malos para el corazón. Realidad:
De hecho, es todo lo contrario. El Estudio Prospectivo de
Epidemiología Urbana y Rural (PURE -
Prospective Urban Rural Epidemiology), publicado recientemente en The Lancet, estudió a 150,000 adultos de
21 países y 5 continentes en lo que respecta a la ingesta de productos lácteos
y enfermedades cardíacas durante un período de nueve años (2). Hallaron que los
sujetos que consumían más de dos porciones diarias de productos lácteos, en
comparación con aquellos que no consumían productos lácteos, tenían un riesgo menor
de padecer enfermedades relacionadas con el corazón, así como también un menor
riesgo de muerte en general. Particularmente, la leche, de todos los productos
lácteos, resultó ser la de menos riesgos en este estudio. Curiosamente,
los sujetos que consumían leche entera fueron los más saludables.
·
Mito:
Tengo intolerancia a la lactosa, así que debe ser una alergia a
la leche. Realidad: La lactasa es una enzima que ayuda a descomponer uno de
los azúcares de la leche (lactosa) durante la digestión. Algunas personas
tienen cantidades menores de esta enzima; beber una cantidad menor de leche
frecuentemente es la solución al problema. También existen productos de
leche sin lactosa o tabletas para ingerir que contienen lactasa, lo cual
favorece la digestión de la leche. Pero esto NO es una alergia. Las
alergias verdaderas a la leche, con vómito, salpullido e incluso anafilaxia,
afectan a menos del 1% de la población adulta (5).
·
Mito: Las personas que padecen diabetes deben evitar los productos
lácteos. Realidad:
Un estudio importante sobre metaanálisis
llevado a cabo recientemente, que estudió a 500,000 adultos de entre 20 y 88
años, reveló que un mayor consumo de productos lácteos se correlacionaba con
una menor incidencia de la diabetes tipo 2 (4). Esto fue más notable en el
consumo total de productos lácteos, el consumo de productos lácteos bajos en
grasas y el consumo de yogurt. En general, cuanto mayor era la cantidad de
productos lácteos consumidos menores los riesgos de padecer diabetes tipo 2.
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